Es una técnica que ofrece excelentes resultados en el tratamiento de patologías musculares, de tendón y ligamento, así como en lesiones deportivas y cicatrices. Se basa en la relajación de las cadenas musculares en exceso, que constituyen el punto de partida de la mayoría de las lesiones del aparato locomotor.
Su acción de liberación consiste en la destrucción de las adherencias y corpúsculos irritativos que se forman entre los tabiques inter-aponeuróticos y fascias, restaurando el correcto deslizamiento durante el movimiento, resolviendo así fenómenos compresivos y restricciones que pueden ser causa del dolor y disfunción.
En Kenfos debemos nuestros conocimientos y destreza en esta técnica al profesor Jean Burnotte, director de la Escuela de Osteopatía de Bruselas y discípulo directo de Kurt Ekman, creador de la técnica.
Técnica muy efectiva en el tratamiento del dolor muscular y referido, sobrecargas y contracturas.
Consiste en la punción del músculo (en el punto gatillo correspondiente) con una aguja estéril de acupuntura con el objetivo de incidir en la placa motora y estimular el huso neuromuscular. Se logra una relajación muscular refleja y un aumento de la elasticidad y movilidad de la articulación.
Es una técnica inocua, que no introduce ninguna sustancia química en el organismo. Suele complementarse con masaje y estiramientos para mejorar su resultados.
El Vendaje Neuromuscular, conocido también como Kinesiotaping, es una técnica de trabajo relativamente nueva, creada en Japón por el Dr. Kenzo Kase.
Consiste en la aplicación de cintas adhesivas elásticas especiales sobre la zona afectada, que por sus características y propiedades y en función de la forma de colocación, facilita el proceso de reparación y recuperación del propio organismo frente a lesiones, reeduca la postura, reduce la inflamación y el dolor y mejora la circulación y la fatiga muscular.
Se emplea en tan diversas patologías como dolores de espalda, dolores menstruales, contracturas, sobrecaras, edemas, esguinces, problemas articulares, alivio del dolor, etc. Puede aplicarse a todo tipo de pacientes: bebés, personas mayores (muy efectivo para la artrosis), personas con problemas circulatorios o linfáticos, deportistas (recuperación de contracturas, tendinitis) o embarazadas.
Es un método de estiramiento global, completo, donde se ponen en tensión las estructuras fascio-mio-neurales (tejido conjuntivo, tendones, músculos y nervios), para trabajar a nivel de las cadenas musculares y conseguir una mejora y prevención de los síntomas del paciente.
Aporta una nueva forma de realizar estiramientos. Antepone el estiramiento y la la corrección de todo el cuerpo a la elasticidad selectiva de un solo músculo, consiguiendo así mejores resultados. Su carácter activo (es la propia persona la que controla la postura y la intensidad) disminuye los riesgos y aumenta la eficacia que tienen los estiramientos clásicos, pudiendo aplicarse incluso en niños y personas mayores.
Beneficios:
Una visión global para el tratamiento del cuerpo
Es un método global de tratamiento que parte de la observación de la postura corporal y su relación con el estado emocional y anímico de la persona, con su personalidad. El objetivo es identificar los grupos musculares que tienen un exceso de tensión (no necesariamente son los que duelen) y reequilibrar dicha tensión mediante masajes, movilizaciones, estiramientos y técnicas miofasciales.
Los músculos del cuerpo se agrupan entre sí formando seis grandes familias o cadenas musculares, las cuales deben estar en equilibrio de tensión. Sin embargo, es frecuente ver como posturas inadecuadas, trabajos excesivos o incorrectos y nuestro estado de ánimo y personalidad condicionan un exceso de tensión de una de estas cadenas (con músculos rígidos y contracturados) y debilidad de otras.
Está indicado en cualquier dolor y problema postural, tanto de columna como de extremidades: desviaciones de espalda, escoliosis, cifosis, rectificación cervical, lumbagos, ciáticas, problemas de rodilla, pies cabos o planos, etc.
Método de evaluación y tratamiento donde se utilizan movimientos tridimensionales y presiones sostenidas en el sistema fascial para eliminar sus restricciones, y con ello devolver la función y eliminar el dolor. Son técnicas suaves, indoloras y muy potentes en cuanto a resultados y cambios produce en el cuerpo.
La fascia es el tejido que envuelve músculos, huesos, articulaciones, vísceras y estructuras nerviosas y vasculares, además constituye la matriz extracelular que nutre a las células. Al mismo tiempo delimita una estructura de otra y las une entre sí formando una red tridimensional, donde todo está interconectado.
Las fascias pueden afectarse por un traumatismo directo (accidentes, golpes, cirugías), posturas incorrectas, inmovilización prolongada (vendajes, escayolas), así como por causas emocionales: shock emocional, ansiedad, depresión o estrés. Ello puede dar lugar a múltiples síntomas: dolor muscular, contracturas, cansancio, fatiga, dolor de cabeza, vicios posturales, lesiones repetitivas, etc.
Consiste en la realización de ejercicios específicos destinados a mejorar el control, la fuerza, estabilidad y coordinación de la zona lesionada, favoreciendo su correcto funcionamiento y evitando recaídas.
Un trabajo deficitario o inexistente en esta dirección es el responsable de muchas de las llamadas lesiones mal curadas, en las que persisten molestias y hay riesgo de volver a lesionarse: esguinces repetitivos, lesiones que cada cierto tiempo vuelven, secuelas de lesiones que pensamos que son normales, debilidad, etc.
Después de cualquier lesión, como puede ser un esguince, lesión de una articulación, cirugía, dolor crónico o tras cualquier inmovilización (vendajes, escayolas, periodos de convalecencia en cama) la persona experimenta una pérdida de fuerza, sensación de inestabilidad articular (¨siento que se me va la rodilla¨, ¨me siento inseguro¨), mala coordinación, rigidez de la articulación o lentitud y torpeza de movimientos. Dicho de otro modo, aparece una pérdida de control del movimiento (una alteración propioceptiva) que es necesario reeducar.
Es un vendaje especial que permite el uso de zona dañada al mismo tiempo que la protege y favorece su recuperación: limita únicamente los movimientos que pueden poner en riesgo la lesión permitiendo el resto, con lo que se acelera el periodo de recuperación (de ahí su uso extendido en deportistas de competición).
Se utilizan en patologías de ligamentos, tendones y músculos, evitando los efectos secundarios que las inmovilizaciones totales conllevan: atrofia muscular, rigidez articular, pérdida de propiocepción, lesiones cutáneas, etc.
NOTA: la mayoría de las lesiones de ligamentos (esguinces grado I y II), tendones y músculos son de carácter leve o moderado, siendo aquí donde debe emplearse.
Podríamos considerar al Sistema Nervioso como un órgano cuya función principal es la conducción de impulsos eléctricos de unas regiones a otras del cuerpo. Si observamos este sistema como un tejido continuo, interconectado en toda su extensión, entenderemos que un cambio en una parte tenga repercusiones en todo el conjunto.
La Neurodinámica (conjunto de técnicas que tienen por objeto la movilización del sistema nervioso) trata los síntomas derivados de las lesiones que afectan directa o indirectamente a los nervios. Así, podemos aplicarla en lesiones musculares, lumbalgias con hernia o sin ella, ciáticas, síndromes cervicales con irradiación al brazo, síndrome del túnel carpiano, epicondilitis (codo de tenista), etc.
Estas técnicas pueden eliminar dolores residuales que no han desparecido tras el tratamiento clásico. Muestra de ello son los dolores que no desaparecen tras esguinces repetidos de tobillo o después de la aparente recuperación de una rotura de fibras musculares.
Si su problema es la retención de líquidos, hinchazón de pies (más frecuente en verano) o abdomen, o sensación de pesadez en piernas, brazos… el tratamiento de elección es el Drenaje Linfático Manual (DLM). Comprobará como además de solucionar estos problemas, sentirá una gran sensación de bienestar.
¿Qué es y cuándo está indicado?
DLM es un masaje lento, suave e indoloro para activar la circulación linfática, evacuar el exceso de líquido intersticial (edemas) y favorecer su drenaje al torrente sanguíneo. Está indicado después de una cirugía, extirpación de ganglios linfáticos, embarazo, mala circulación, etc.
Beneficios: